miércoles, 24 de septiembre de 2014

LA MODA EN LA ACTUALIDAD

Desde hace varias décadas, las rígidas restricciones impuestas por las convenciones sociales en torno al vestuario se han flexibilizado enormemente, lo cual es muy de agradecer. En la época victoriana, por ejemplo, era de rigor que una mujer de la aristocracia dispusiera de vestidos distintos para cada momento del día: el de estar en la casa, el de recibir visitantes, el de salir por la mañana, el de salir por la tarde; también el de “tomar el té”, y el de gala para la cena. Los trajes de baile, de Corte y de luto se añadían a esta colección. La moda actual, por el contrario, busca un vestuario que sirva para usos múltiples: se hace énfasis en conjuntos de piezas intercambiables que, con el cambio de accesorios, pueda servir a una mujer para ir a una reunión de trabajo en la mañana, almorzar con sus amigas, asistir a una actividad en el colegio de sus hijos por la tarde, y acompañar a su esposo a una cena.



En gran parte, la libertad creativa y la democratización de la moda se deben a los grandes adelantos técnicos que se han incorporado al campo de la moda. Podría decirse que este proceso de llevar la moda a todos comenzó con el advenimiento de la máquina de coser, y con la producción de los primeros patrones, que Amos Butterick lanzó al mercado en 1858. En la actualidad, todas las fases del proceso de creación, distribución y venta de las prendas se han beneficiado de nuevas técnicas. Si antes había que cortar las piezas una a una, hoy en día las máquinas permiten cortar 500 de un solo movimiento

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